Martina Martínez Tuya

 

 

El amor-pasión y la violencia de género

 

Quiero advertir desde el principio que esto no es un alegato de nada, ni algo a favor ni en contra de nada. Se trata de una búsqueda, de una reflexión sobre dos cuestiones que sin duda van unidas.

Hablaré de la violencia de género pero sólo de aquella que va unida al amor, y de forma concreta al amor-pasión cuyo sentido iré explicando.

 Hay un  hecho que se pretende ignorar, sobre el que se pasa de puntillas o que se deja permanentemente de lado:

Las mujeres muertas, o maltratadas y después muertas o no, a manos de sus parejas constituyen un caso único en el maltrato.

Su situación es la de convertirse en víctimas de los hombres que ellas han elegido, a los que ellas aman o han amado, a los que ellas se han entregado.

Agresor y víctima no son dos personas ajenas hasta que se encuentran en un momento desgraciado. Son personas que se han amado,- que se aman quizá todavía- que alguno de los dos aún sigue amando, como mínimo.

 Se silencia, también, que lo nuevo no es el maltrato, sino el hecho de que llegue con una cierta frecuencia a su límite- al asesinato o las lesiones muy graves-.

También se sabe que hay en general menos maltrato que ha habido, pero que es cualitativamente más grave, más castrador, más agresivo.

Hablamos de un drama, de un drama que acaba demasiadas veces en tragedia, pero – eso sí- hablamos de un drama sentimental.

 La Psicoterapia sabe bien que las creencias tienen un papel fundamental en estos dramas.

Las creencias son un rastro en la memoria, algo que acaba siendo neuronal. Son algo mucho más profundo que eso que se considera como un hábito.

           

 

Principal     Narrativa     Obras técnicas     Biografía de la autora      Otras conferencias      Artículos     Comentarios     Cómo contactar